Tras la
salida de los campos de concentración y su llegada a París, Boix da a conocer
las fotos del campo de Mauthausen en la revista cercana al Partido Comunista
“Ce Soir”, la cual dedica un número
especial a las fotografías. La revista “Regards” también publica en 1945 un
reportaje sobre el campo de concentración, en la cual la foto de portada era
una de los presos españoles trabajando. En 1945 fue publicado también el libro
Mauthausen, de Paul Tillard, en que no se hace especial referencia a Boix a pesar
de que en él se muestran algunas de sus fotografías.
Fuera de
Francia, se publicó un libro por la dirección del Partido Comunista checo que
contenía numerosas imágenes de Boix, al que tampoco se le hace referencia a
pesar de que él mismo se las proporciono a los editores.
Esta notoriedad mediática
hace las autoridades francesas consideren que Boix puede ser un testigo de gran
interés para los juicios de crímenes de guerra que se estaban preparando.
El proceso de Nuremberg
fue quizá el juicio que más expectación mundial despertó, ya que trataba a la
cúpula dirigente.
A continuación exponemos
algunas de las declaraciones de Boix durante las sesiones del juicio de
Nuremberg.
BOIX: Esto es una
mascarada hecha con un austriaco que se había evadido. Era carpintero en el
garaje; pusieron una caja en la que pudo meterse y así salir del campo. Pero al
cabo de un tiempo fue capturado. Lo han puesto en la carretera que servía para
transportar cada día a los muertos al crematorio; había unos carteles en alemán
que decían “Alle Vögel sind schon da”, “todos los pájaros están de
vuelta”. Fue condenado, paseado delante de diez mil deportados; había una
orquesta de gitanos que, durante todo ese tiempo, tocaba aires de Játtendrai.
Cuando fue colgado, se balanceaba a causa del viento que hacía y tocaban
una música muy conocida que se llama Bill Black Polka.
DUBOST: La siguiente.
BOIX: Esto es la
mascarada. A izquierda y derecha se ve a todos los deportados en fila. Los que
están a la izquierda son los españoles, más bajos. El que va delante, con el
sombrero, es un criminal de Berlín llamado Schultz, al que empleaban para estas
mascaradas. Al fondo se ve al hombre que va a ser colgado.
BOIX: Este hombre, prisionero de
guerra ruso, ha recibido una bala en la cabeza. Lo levantaron para hacer creer
que era un suicidio y que quería lanzarse encima de la alambrada.
BOIX: Esta
otra foro representa los judíos holandeses. Es la barraca cinco, llamada de
cuarentena. Los judíos eran obligados, el mismo día de su llegada, a lanzarse a
las alambradas, porque se daban cuenta de que para ellos no había ninguna
esperanza de salvarse.
DUBOST: ¿Qué es esta foto?
BOIX: Es un judío cuya
nacionalidad ignoro. Lo metieron en un tonel lleno de agua hasta que no pudo
más. Lo molieron a palos y le dieron diez minutos para colgarse. Usó su propio
cinturón para hacerlo; de otro modo sabía lo que le podía esperar.
BOIX: […] tan pronto como
los priosioneros de guerra rusos entraron en el campo vimos que estaban muy
debilitados, ya no podían ni siquiera oír. Eran despojos humanos. En ese
momento los ubicaron en barracas, a razón de 1.600 por barraca. Cabe destacar
que se trataba de barracas de siete metros de ancho por cincuenta metros de
largo. Carecían de ropa, de la poca ropa que tenían consigo, sólo pudieron
conservar un calzón y una camisa. Hay que subrayar que era el mes de noviembre.
En Mauthausen hacía más de diez grados bajo cero.
En el momento de su
llegada ya hubo 24 muertos, solamente durante la subida de cuatro kilómetros
que separa la estación del campo de Mauthausen. Al principio siguieron con
ellos el mismo sistema que con los republicanos españoles; nos dejaron primero
sin hacer nada, sin trabajar. Los dejaron tranquilos, pero casi sin nada que
comer. Al cabo de algunas semanas ya estaban al final de sus fuerzas. Entonces
comenzó con ellos el sistema de exterminio. Se les hacía trabajar en
condiciones espantosas, aporreados, pegados, vejados; y al cabo de tres meses,
de 7.000 prisioneros de guerra rusos venidos de todas partes no quedaban más de
30 supervivientes. Estos 30 supervivientes fueron fotografiados por Paul Ricken
para un documento, y yo soy quien tiene estas fotos, para poder enseñarlas si
los señores magistrados lo desean.
Hola, estoy buscando cualquier información tomada con poco español Francisco Boix en Mauthausen y también en Praga. Michael Rund Museo Sokolov
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