jueves, 3 de enero de 2013

186 escalones




La temida escalera de Mauthausen. Para entrar y salir de la cantera los presos tenían que pasar por la escalera a lo largo del día, cargados con enormes piedras. La escalera la habían construidos los mismos presos de la que se decía que debajo de cada losa de cada peldaño estaba la sangre de uno o varios presos.



Esta no tenía ninguna seguridad a la que hay que sumar a los pies descalzos de los presos, los escalones resbaladizos en días lluviosos, el peso de las piedras, la debilidad física de los presos, la aglomeración en ella, e incluso perros guardianes que a veces eran azuzados contra los presos. Fue una de las primeras causas de muerte del campo.

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